Mobbing: El acoso en el mundo laboral
Por Laura Vilar Sánchez
“En las sociedades de nuestro mundo occidental altamente industrializado, el lugar de trabajo constituye el último campo de batalla en el que una persona puede matar a otra sin ningún riesgo de llegar a ser procesada ante un tribunal”
Heinz Leymann
Heinz Leymann fue la primera persona en proponer una definición del mobbing como una conducta hostil y desprovista de ética que es dirigida de modo sistemático por uno o varios individuos contra otro quien, a consecuencia de ello, queda colocado en una posición de indefensión y soledad prolongada y es activamente mantenido en ella. Este hecho suele ocurrir al menos una vez a la semana durante al menos seis meses de duración.
En la actualidad se estima que un 8% de los trabajadores en la Unión Europea son víctimas de acoso laboral.
1. ¿Cómo se desarrolla el acoso laboral?
El mobbing se desarrolla de una manera insidiosa, provocando que el acosado no sea consciente de ello hasta que se ha cronificado y resulta muy difícil volver al punto de partida.
- Fase de conflicto: se empieza por un conflicto o choque puntual que no se resuelve adecuadamente. No tiene que ser necesariamente grave desde un punto de vista objetivo, basta con que lo sea desde el punto de vista del acosador.
- Fase de estigmatización: se pone en marcha la dinámica de acoso con comportamientos agresivos y manifestaciones de acoso psicológico. Lo que en un principio parecía una disputa entre dos personas aisladas puede llegar a adoptar la forma de un conflicto entre varias personas contra una. Mantener esta fase lleva a la aparición de conductas de evitación y negación de la realidad por parte del acosado y de terceros.
- Fase de intervención desde la organización: el problema tiene ya tal magnitud que se hace necesaria la intervención de la dirección de la empresa, que pone en marcha medidas para intentar resolver la situación. Estas medidas pueden ir desde las bajas médicas sucesivas hasta el despido del trabajador. Sin embargo, esto sigue sin resolver el problema para la parte acosada y conduce a la siguiente fase.
- Fase de exclusión: en este momento el acosado pide ayuda externa y suele ir encadenando bajas laborales. Esta fase termina con el abandono voluntario del puesto de trabajo o con la expulsión de éste por parte de la empresa. Una vez el acosado sale de la empresa el acosador continúa justificando sus propias conductas.
2. Los tipos más frecuentes de mobbing
- Vertical descendente o “bossing” (70%): un superior abusa de su posición de poder sobre un subordinado. Dentro de éste, existen tres tipos:
- Perverso: el único objetivo es destruir al acosado, sin haber ningún motivo laboral.
- Estratégico: el objetivo de la empresa es que el trabajador abandone su puesto de trabajo de forma voluntaria. De esta manera la empresa se ahorra el pago de la indemnización.
- Institucional: como forma de gestión organizacional del conjunto de trabajadores.
- Vertical ascendente (4%): es el menos frecuente. Ocurre cuando un superior es acosado por un subordinado o grupo de subordinados. Generalmente se produce cuando se incorpora a la empresa un jefe cuyos métodos no son aprobados por su equipo de trabajadores o porque alguno de ellos ansía ese puesto.
- Horizontal (26%): es el acoso que se da entre compañeros del mismo rango jerárquico. Puede desencadenarse por distintos motivos:
- Cuando dos compañeros rivalizan por un mismo puesto.
- Cuando un trabajador no acepta las normas de la mayoría.
- Cuando hay falta de trabajo o aburrimiento.
- Cuando existen problemas personales.
- Cuando el acosado presenta diferencias físicas o culturales.
- Mixto: ocurre cuando el acoso horizontal persiste en el tiempo sin que los superiores hagan nada por cortar la situación.
3. Ejemplos de acciones hostiles
Leymann recoge un listado de 45 comportamientos hostiles a nivel laboral. Algunos de ellos son:
- Se impide al acosado comunicarse.
- Se le interrumpe continuamente cuando habla.
- Es objeto de avasallamiento, críticas e insultos en voz alta.
- Se le amenaza verbalmente o por escrito.
- Se ignora su presencia, por ejemplo, dirigiéndose sólo a terceros.
- Se le asigna un puesto que le aísla de sus compañeros.
- Se prohíbe a sus compañeros hablar con él.
entre otros…
4. El perfil del acosador
Entre los acosadores abundan los rasgos de personalidad narcisista y, en menor medida, antisocial y paranoide.
- Presentan gran tendencia a la mentira. Esto puede ser difícil de detectar si son mentirosos expertos.
- Se muestran encantadores con los demás, reservando su faceta agresiva para la víctima. Esto no resulta fácil de detectar porque socialmente pueden parecer brillantes, aunque en realidad carecen de esa empatía.
- Suelen ser personas controladoras y vengativas, manipulando y explotando a los demás en las relaciones interpersonales.
- Realizan críticas destructivas sin intención de ayudar al otro a mejorar.
- Presentan ideas grandiosas de su propia importancia y fantasías ilimitadas de poder y éxito.
- Suelen envidiar la excelencia ajena, procurando destruirla.
5. El perfil del acosado
Cualquiera puede ser víctima de un acoso laboral, no existe un perfil concreto. Basta con tener alguna cualidad que el acosador perciba como una amenaza. Posibles ejemplos de rasgos y conductas “amenazantes” serían:
- Trabajadores activos y apreciados por sus compañeros.
- Personas empáticas que tienen en cuenta las necesidades de los demás, lo que podría suscitar envidia o suponer una amenaza para el agresor.
- Trabajadores que se niegan a participar en conductas de mobbing hacia otra persona.
- Trabajadores con iniciativa, autonomía y gran capacidad profesional.
- Personas vulnerables o con rasgos depresivos que parezcan un blanco fácil a ojos del agresor.
- Personas pacíficas y no confrontativas, que muestran excesiva ingenuidad o buena fe.
- Personas que muestran indecisión, necesidad de aprobación y valoración, credulidad y son fáciles de persuadir.
- Personas dignas de confianza, comprometidas, perfeccionistas, orientadas a las personas, tolerantes y conciliadoras.
6. Consecuencias del mobbing
Para la víctima:
- Fallos de memoria y problemas de concentración, irritabilidad, cansancio, ánimo depresivo, pérdida de apetito y disminución de autoestima.
- Trastornos cardiovasculares, musculares, respiratorios, endocrinos, dermatológicos y gastrointestinales.
- Ansiedad.
- Pesadillas vívidas e insomnio (si se consigue dormir, el sueño no es reparador).
- Estrés postraumático.
- Trastornos afectivos.
- Posibles conductas adictivas para escapar de la situación.
- Hipersensibilidad a la crítica, desconfianza y aislamiento.
- Rencor y deseos de venganza contra el agresor/los agresores.
- Disminución del rendimiento laboral, desmotivación y ausencia de ganas de trabajar, así como bajas expectativas de conseguir otro trabajo.
- Sentimientos de culpa, vergüenza y pensamientos negativos sobre uno mismo (“soy un mal trabajador”, “soy un mal profesional”, “estoy perjudicando a mi empresa”).
- Empeoramiento en la calidad de las relaciones fuera del trabajo.
Para la organización:
- Aumento de absentismos y rotaciones.
- Publicidad negativa y mala reputación ante la opinión pública.
- Pérdida de clientes.
- Disminución de la productividad y la calidad del trabajo por el aumento del tiempo perdido entre los trabajadores (por ejemplo, con la difusión de rumores).
- Incremento de las compensaciones económicas por los trabajadores que abandonan la organización y de los costes por la intervención de terceras partes.
- Empeoramiento del clima laboral.
Para la sociedad:
- Pérdida de población activa, con un aumento de gastos económicos en bajas laborales, jubilaciones, incapacidades y desempleo.
- Aumento de costes judiciales por demandas interpuestas por las víctimas.
¿Te resulta familiar alguna de estas situaciones? Si es así, podrías estar sufriendo mobbing. No dudes en consultar con un profesional y buscar una solución a tu malestar.
Laura Vilar Sánchez
Licenciada en Psicología
Referencias
- Hirigoyen MF. El acoso moral en el trabajo. Barcelona: Paídos, 2001
- González Trijueque D, Tejero Acevedo R. El mobbing o acoso psicológico en el lugar del trabajo
- Barón, M., Munduate, L. y Blanco, M. J. (2003). La espiral del mobbing. Papeles del Psicólogo
- Mobbing, la lenta y silenciosa alternativa al despido. Revista AEDIPE. 2001;14: Disponible en: www. acosomoral.org
- INSHT: El hostigamiento psicologico en el trabajo: mobbing.1998. NTP-e 476.
- Martínez León M, Irurtia Muñiz MJ , Camino Martínez León C , Torres Martín H , Queipo Burón D: El acoso psicológico en el trabajo o Mobbing: patología emergente
© Todos los derechos de autor reservados. Centro Tiban – Centro de Psicología y Nutrición – Tel.: +34 670610044 – www.centrotiban.es – info@centrotiban.es